lunes, 16 de diciembre de 2013

antes de apretar send



la música se congela y nace otra vez el nudo


agarro el celular escribo que te extraño

y miro en la pantalla las letras

antes de apretar send

- la gente fuera de foco pero que empuja-

intento imaginarte acá conmigo

cachete con cachete

pechito con pechito


pero no. ya no somos los mismos


me parece que en realidad

extraño ese lugar que encontramos
para inventarnos juntos 

que ya no está

que no va a volver.

miro el celular de nuevo
y las letras se van cayendo
como esas frutas que se pudren
antes de madurar

(al final no tengo nada para decir)


me quedo ahí con el meneo trunco
y la ausencia espesa en la garganta


hasta que el güiro dulce
me rescata otra vez

y no queda otra que soltar todo
para seguir bailando.

martes, 9 de octubre de 2012



ella quieta mi heri da


todo todo


se olvi


i

da

lunes, 31 de enero de 2011

fragmento de un cuento que no termina

Hablábamos y todo era tan claro. Hacíamos el amor como si fuese un cuento. Yo tenía tantas ganas de abrazarte, de estrujarte contra mí. Pero no importaba la fuerza, la presión de tu piel sobre mi piel. Palabras; palabras y un abismo. Abrazarte se convertía en el relato de un abrazo. Una historia más para añorar eso que no.

Me acuerdo de ese día. Mis ojos de vidrio te miraban mientras llenabas de colores nuestro último desencuentro. Yo intentaba reconocerme en esa historia que me contabas. Ese del que hablabas decías que era yo. Yo, que soy boca; que soy manos, culo, uñas, dientes, pelo y sangre que bombea. Intentaba inyectarme en el texto que desfilaba por tu boca. Ahí se encontraba mi única redención. Que amar no sea sólo un vestigio estéril de otro tiempo y así poder morir- romántico y estúpido- de Amor.

Levanté el brazo eterno y busqué tu mejilla por si llegaba a alcanzarte. Te dije “mi’ermosa”, como siempre. Vi tus ojos escribiendo mi mano en tu cachete y supe que no, que debajo de todas esas palabras ya no estábamos nosotros dos.

Al principio fue escribir para encontrarte, encontrarte finalmente y matarte tanto. Quise que mis palabras transpiren, las quise turgentes, hediondas, porosas y cariadas. Quería que me vieras. Que me toques, por dios, que me toques, aunque sea las palabras. Mostrarte que en tus palabras flacas pudo haber un hombre. Pero vos, cobarde, no te animaste.


O acaso no quisiste.

sábado, 15 de enero de 2011

los árboles en el campo

un día vino el mundo

con su dedo enorme

y me dijo hombre


con el tiempo me lo fui creyendo.


hay días que no tanto

no sé muy bien, igual.

me cansa esto de la nostalgia

esto de pensar que antes era distinto

estoy viajando para ver a mi familia

todos duermen, la señora de al lado

hace un ruidito con la nariz cuando respira.


miro por la ventana a los árboles en el campo.


me acuerdo de los viajes, de los cassettes

de mirar por la ventana a los árboles en el campo

que a veces están y a veces no

van por hileras, siempre me llamó la atención

pequeños grupos como tertulias esporádicas.

yo le preguntaba y papá me decía

que era por una razón.


soy hombre, sí, lo entiendo


pero perdón, algunas noches

todavía espero despertar

y estar en el auto de papá

con las luces de la autopista

miles de autos llegando a Buenos Aires

velocidad, velocidad

decirle a mamá que tengo sed

y que me pase la botella


.

miércoles, 28 de julio de 2010

a game is a game is a game

deslícense los dedos solos
por las letras
váyanse, por dios, váyanse de mí

estoy cansado y tengo la voz flaca
no puedo, por favor, váyanse de mí

ya no quiero la densidad del punto
la estetización de la derrota

váyanse dedos y escríbanse en otro
porque acá, acá debajo de todo ese discurso
debajo del gris y las letras
hay un hombre


Un hombre.

que desliza los dedos por las letras
escribe su angustia, mira la television
y se olvida.

sábado, 17 de julio de 2010

Entrevista

En un momento estamos con vos.
Sentado en la silla pienso
-los árboles, los edificios-
en la plaza que crucé para llegar


Recuerdo a Papá.
Papá que me sostenía la mano
Y me llevaba por la plaza,
apurado.


Yo miraba y no entendía
cómo los edificios
eran tan altos y enormes
y llenos de gente.


Pasá por acá, por favor.
Papá me pedía que vaya más rápido
que llegábamos tarde
la mirada hacia delante


La plaza tenía escaleras
Papá me levantaba
-sin mirarme-
desde las axilas


Yo sentía que volaba.
Papá me agarraba entre sus manos
y yo veía cómo los escalones
se me iban yendo.


Hasta pisar de nuevo el suelo.

Te llamaríamos esta semana o la otra.
entonces de nuevo la mano tirante
y la gente, tanta gente
caminándome entre los árboles,

los edificios.

jueves, 24 de junio de 2010

una carta

encontré una carta
ahí, en una caja cualquiera

la carta no estaba firmada
había un mes pero ningún año

decía que me amaba
que yo era como lluvia
y que quería llover conmigo

quién sos, le pregunté
me contestó que varias
la muy puta

me pidió un beso
le dije que no
que estaba cansado

entonces me tomó de las manos
me llevó a la cama
y dormimos abrazados

a la mañana siguiente le di un beso
me sonrió tan dulce
la muy puta

entonces me levanté
la tome con mis manos
y la tiré

ahí, en una caja cualquiera