Atormentado por la consecuencia de sus acciones, Reynaldo comenzó poco a poco un viaje de introspección.
Dejó de frecuentar aquellos bares.
Dejó de salir todas las noches.
Dejó de acostarse con todas las mujeres.
Dejó de frecuentar mujeres.
Dejó de salir.
Ensimismado en el fondo de su departamento.
Y así, un día el pito se le metió para adentro y le devoró el corazón.
"Como si fuera tan largo", dijeron sus mujeres.
martes, 24 de febrero de 2009
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7 comentarios:
tiene concha ahora?
presentame a reynaldo!
"se cansó la ansiedad..."
Una vez soñé que me masturbaba metiéndome fósforos por el agujero del pito. Qué se yo.
JAJAJJAJAJAJAJJAJAJAJ
Como el pupo?
uy pero q bueno
me gustó el giro del final
snif
en realidad lo que suscedió fue que rindió moderna (?)
Soy Clar
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