deslícense los dedos solos
por las letras
váyanse, por dios, váyanse de mí
estoy cansado y tengo la voz flaca
no puedo, por favor, váyanse de mí
ya no quiero la densidad del punto
la estetización de la derrota
váyanse dedos y escríbanse en otro
porque acá, acá debajo de todo ese discurso
debajo del gris y las letras
hay un hombre
Un hombre.
que desliza los dedos por las letras
escribe su angustia, mira la television
y se olvida.
miércoles, 28 de julio de 2010
sábado, 17 de julio de 2010
Entrevista
En un momento estamos con vos.
Sentado en la silla pienso
-los árboles, los edificios-
en la plaza que crucé para llegar
Recuerdo a Papá.
Papá que me sostenía la mano
Y me llevaba por la plaza,
apurado.
Yo miraba y no entendía
cómo los edificios
eran tan altos y enormes
y llenos de gente.
Pasá por acá, por favor.
Papá me pedía que vaya más rápido
que llegábamos tarde
la mirada hacia delante
La plaza tenía escaleras
Papá me levantaba
-sin mirarme-
desde las axilas
Yo sentía que volaba.
Papá me agarraba entre sus manos
y yo veía cómo los escalones
se me iban yendo.
Hasta pisar de nuevo el suelo.
Te llamaríamos esta semana o la otra.
entonces de nuevo la mano tirante
y la gente, tanta gente
caminándome entre los árboles,
los edificios.
Sentado en la silla pienso
-los árboles, los edificios-
en la plaza que crucé para llegar
Recuerdo a Papá.
Papá que me sostenía la mano
Y me llevaba por la plaza,
apurado.
Yo miraba y no entendía
cómo los edificios
eran tan altos y enormes
y llenos de gente.
Pasá por acá, por favor.
Papá me pedía que vaya más rápido
que llegábamos tarde
la mirada hacia delante
La plaza tenía escaleras
Papá me levantaba
-sin mirarme-
desde las axilas
Yo sentía que volaba.
Papá me agarraba entre sus manos
y yo veía cómo los escalones
se me iban yendo.
Hasta pisar de nuevo el suelo.
Te llamaríamos esta semana o la otra.
entonces de nuevo la mano tirante
y la gente, tanta gente
caminándome entre los árboles,
los edificios.
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