jueves, 16 de julio de 2009

Límite

La gota que rebasó el plato hondo de Margarita, fue encontrarse con el rostro de su esposo mirándola fijo desde su sopa dietética de zapallo.

Su esposo, sus tres hijos y su gato Arnaldo aún hoy lamentan su partida.

1 comentario:

Caro dijo...

ese texto derivò en ganas de escribir, como te dije... me dejè el comienzo en una hoja oficio, en un recreo de Metodología... básicamente, dos personas en una escalera. un caracol que se pasa de mano en mano como una piedrita de río, una cacerola (inútil) y ciertos recuerdos.lindo verte por aqui, esta vez SI tenemos que encontrarnos en tierras porteñas y/o platenses! un re abrazo.